Recuerdo que me comentó que posiblemente era un apersona complicada porque me estaba pidiendo demasiado. Fue cuando me comentó que su hija había dejado la Universidad por un problema con las drogas y que creía que comía por rabia y frustración debido a la situación de su hija.
Al final me preguntó en broma si no había alguna manera de adelgazar sin dieta porque estaba harta, cada vez que le decían lo que no podía comer a ella le entraban más ganas de comerlo.
Me pareció absurdo pretender que hiciese una dieta restrictiva porque sería otra fuente de ansiedad para ella.
También detecté que su manera de alimentarse, aunque era sana, también era muy restrictiva lo que contribuía a empeorar sus problemas de alimentación. Aunque era buena cocinera le enseñamos nuestro sistema de cocina orientado poner en práctica la cocina saludable.
Es decir necesitaba aprender a cocinar platos fáciles y rápidos, adaptados a sus compromisos sociales y tener alternativas muy sabrosas que pudiese utilizar en cualquier situación de falta de tiempo.